El mantenimiento de jardines es una tarea compleja que requiere de un mimo continuo, un conocimiento exhaustivo de las distintas especies que alberguen y un tratamiento adecuado de prevención ante las amenazas a las que se enfrentan nuestras plantas.

Si quieres mantener tu jardín frondoso, vital y colorido todo el año, te recomendamos que recurras a la homeopatía para plantas, un tratamiento inocuo para el ser humano y los animales, que respeta el medio ambiente a través del uso de soluciones basadas en la propia naturaleza.

La clave para conseguir un jardín vital y en buen estado es mantener un suelo de calidad, que permita a las plantas obtener todos los nutrientes que requieren para seguir creciendo fuertes y saludables. Por ello, el abono para plantas es uno de los complementos más utilizados.

Un buen abono debe aportar al suelo los macronutrientes y micronutrientes que las plantas necesitan: magnesio, boro, hierro, cobre, manganeso y molibdeno. Pero, además, la fórmula del abono homeopático potencia sus efectos gracias a los complejos extraídos de plantas y minerales. Del mismo modo es habitual el empleo de guano en este tipo de fertilizantes, ya que aporta en cantidades considerables algunos de componentes vitales para el óptimo desarrollo de las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio.

El uso de los abonos tiene numerosos efectos positivos en las plantas, que se podrán comprobar con una aplicación continuada. Las plantas crecerán más fuertes y sanas, la floración será rápida y duradera e, incluso, los frutos resultarán más sanos y sabrosos.

Estos abonos se pueden emplear para el cultivo de todo tipo de plantas, hortalizas, plantas aromáticas y medicinales, de modo que el suelo en el que se sustenta su crecimiento se encuentre en condiciones óptimas para su desarrollo.

Los beneficios de la homeopatía para plantas son numerosos y se basan, principalmente, en el respeto por la naturaleza y el aprovechamiento de los recursos que la misma ofrece para el tratamiento y cuidado de los vegetales. Con este tipo de tratamientos, nos ahorramos los posibles efectos negativos del empleo de químicos dañinos, evitando toda posibilidad de contaminación, y facilitando la extensión de la agricultura ecológica, más saludable y recomendable en todos los sentidos.