1) El arroz integral aporta más fibra. Al contener el germen y también la mayor parte del salvado, el arroz integral es una fuente de fibra muy importante. Por eso se recomienda que se tome cuando hay problemas de estreñimiento.

El arroz blanco es el arroz integral al que se le ha molido la cáscara exterior, por lo que ya no lleva ni el salvado ni el germen. Esto hace que lo único que aporte sea mucho almidón causando estreñimiento. Esto es exactamente lo contrario de lo que sucede con el arroz integral.

2) Es muy digestivo. Tanto que se recomienda que sea una de las primeras comidas que se le den al bebé una vez que comienza a tomar cereales en papilla. Al tener una gran cantidad de hidratos de carbono, se trata de un alimento muy energético como la aceituna. Pero también aporta muchos minerales y vitaminas. Además, su energía se va liberando lentamente y no causa los picos de azúcar que causan otros hidratos. Por esto es ideal también para los deportistas.

Mientras que otros alimentos ricos en fibra no son fáciles de digerir para el estómago, el arroz integral sí que lo es, por lo que se recomienda en personas sensibles a otros tipos de fibra.

3) Contiene el doble de manganeso. Esto es muy importante porque el manganeso es clave para la crear los ácidos grasos más necesarios. Por este motivo, el arroz integral ayuda a combatir el colesterol y ofrece muchas ventajas para todos nuestros órganos, especialmente el sistema reproductivo y el nervioso. Una ración contiene el 80% de la cantidad diaria recomendada.

También contiene el doble de fósforo que el arroz normal y, como todos sabemos, el fósforo es clave para el cerebro y para la memoria, así que no debemos de olvidar comprarlo y consumirlo al menos dos veces por semana.

4) Aporta mucha energía. Esto es fundamental para los deportistas. No obstante, hay que tener cuidado y calcular su ingesta en función de cuántas calorías vayamos a consumir. De otro modo podría acabar causando un aumento de peso.

En su justa medida, el arroz integral no solo no engorda, sino que es un aliado en las dietas para pérdida de peso por su contenido en fibra y por la energía que aporta para realizar deporte. Se recomienda consumirlo dos o tres veces por semana como acompañamiento de verduras o de proteínas.