Hay que reconocer una cosa: desde que se ideó la educación transversal, la coeducación y las actividades educativas distintas, atractivas, colaborativas y apasionantes, lo de las manualidades se ha puesto de moda. Y tanto que lo ha hecho, no cabe la menor duda de que en los colegios, en los institutos, en todo centro educativo que se precie los profesores han decidido apostar claramente por todo esto. Y claro, muchos padres, implicados en la educación de sus hijos, se han visto en la tesitura de tener que apostar por este tipo de actividad, ya que no son pocos los que piensan que sus hijos, solos, son un peligro público. No abundaremos aquí en la materia de este particular, ni en lo positivo que es que un niño tenga la suficiente autonomía para hacer sus tareas, pues pretendemos explorar el otro lado, esto es, qué hacer cuando nuestro niño nos dice que tiene que hacer un trabajo.

Lo primero que tenemos que decirte es que no debes perder los nervios. Seamos sinceros, no son pocos los progenitores que terminan acudiendo a los ansiolíticos porque no son capaces de entender qué es lo que hay que hacer. En estos casos hay que seguir el consejo de Bruce Lee, ya sabes, aquel axioma tan adecuado y lógico de ser agua cuando hay que serlo.

Segundo punto de interés: si tienes internet tienes un acceso directo para poder adquirir material para manualidades. En efecto, la red de redes se ha convertido en el gran mercado del siglo XXI, y no podemos prescindir de ella, no cuando todos los productos que podemos precisar, en cualquier momento, se pueden adquirir cuando nosotros queramos, al mejor precio y cómodamente desde nuestro domicilio.

Por supuesto, debes admitir que otro consejo bastante pertinente es no competir con otros padres. El hecho de que muchos progenitores accedan a las manualidades tiene que ver con la competición entre adultos. Admitámoslo, en ocasiones lo de hacer trabajos con los chicos no es tanto por echarles una mano como para demostrar que somos unos hachas haciendo cositas con goma eva, cola, cartulinas o palillos. Así que ve olvidándote de todo esto, por favor, que a buen seguro te resultará conveniente y no pondrás en peligro la situación emocional de tu retoño.

Ah, una última cuestión: las manualidades son importantes, pero sinceramente, lo que tu hijo tiene que adquirir son las competencias educativas en las materias de interés. Las matemáticas, el inglés, la lengua, todo ello es tan importante o más que adquirir soltura con el pegamento y las tijeras, así que estaría bien que tomases en consideración todo esto y actúes en consecuencia, entre otras cosas porque el itinerario educativo de tu hijo se puede torcer en cualquier momento.